Tifon
Tifon o Tifeo, es una divinidad primitiva relacionada con los huracanes. Fue el último hijo de Gea y Tartaro.
Cuando zeus había expulsado a los Titanes del cielo, la enorme tierra tuvo a su hijo menor Tifon del amor de Tártaro, con la ayuda de Afrodita.
Tifón intentó destruir a Zeus por haber derrotado a los Titanes. Inicialmente, Tifón dominó a Zeus y arrancó sus tendones, pero éstos fueron recuperados por Hermes y devueltos al cuerpo de su dueño, tras ello, Zeus procedió a luchar con Tifón una vez más hasta derrotarlo. Vencido, Tifón fue confinado bajo el monte Etna.
Tifón era un colosal y espeluznante monstruo alado cuya estatura era tal que podía alcanzar las estrellas. Poseía cabezas de dragón por dedos y un gran número de serpientes se hallaba repartido entre sus muslos, con incluso más serpientes formando sus piernas a partir de estos. Tifón podía abrasar todo lo que se le opusiese con su ígnea mirada, así como vomitar fuego y lava de su boca, crear huracanes y terremotos moviendo sus alas.
El inveterado enemigo de los dioses olímpicos fue finalmente derrotado por Zeus y arrojado al Tártaro, o encerrado bajo el volcán Etna o en otras regiones volcánicas, donde es el causante de las erupciones. Tifón es pues la figuración ctónica de las fuerzas volcánicas.
Entre los hijos que Tifón tuvo con Equidna están Cerbero, Ortro, la Quimera, la Esfinge, la Hidra de Lerna, el dragón Ladón, el León de Nemea, el Águila de Prometeo, el Dragón de la Cólquida y la Cerda de Cromión. También es el padre de los peligrosos vientos cálidos.