León de nemea

El León de Nemea era un despiadado monstruo que vivía en Nemea. Finalmente fue vencido por Heracles. Se le suele considerar hijo de Tifón y Equidna o de Ortro y Quimera, aunque también se ha dicho que habría caído desde la luna, como hijo de Zeus y Selene.
El primero de los doce trabajos de Heracles fue matar al león de Nemea y despojarlo de su piel gruesa que resultaba impenetrable a las armas. La morada del animal tenía dos entradas: Heracles lo azuzó hasta que el animal penetró en ella, taponó una de las entradas y acorralándolo por la otra lo atrapó y lo estranguló.
Heracles llevó el cuerpo del león a Micenas para que lo viera el rey Euristeo; empleó horas intentando desollar al león sin éxito. Por fin Atenea, disfrazada de vieja bruja, ayudó a Heracles a advertir que las mejores herramientas para cortar la piel eran las propias garras del león. De esta forma, con una pequeña intervención divina, consiguió la piel del león, que desde entonces vistió a modo de armadura, usando su cabeza como yelmo.